domingo, 25 de abril de 2010

GETSEMANÍ





A propósito de Camilo Sesto, uno de los cantautores de habla hispana más talentosos que ha contribuido con mucho a la época de oro de la música romántica. Aquí uno de los temas que él interpretara en su juventud (demás está decir que aquí se aleja de la temática romántica), y que cantara con ocasión del estreno en España de la Obra Jesucristo Súperstar (obra teatral interpretada por él mismo en el papel de Jesucristo, y que obtuviera un éxito colosal).

Lo que podrán apreciar de la letra de este tema, son las comprensibles disyuntivas, dubitaciones e inseguridades de un Jesucristo muy terrenal, muy carnal, y muy humano; quien a pesar de saber que es descendiente directo del Dios hebreo, reconoce también que la vida como hombre es poco menos que muy apreciable. Sintiéndose preso del miedo razonable hacia el dolor; y ante el vaticinado e inminente sacrificio él mismo exigira la tangible seguridad de que su vida no será ofrecida en vano, cual efecto colateral.

Muy apropósito de la película La última Tentación de Jesucristo, que tuviera el gusto de ver recientemente, tengo muy a bien en recomendarla; siendo un hecho indiscutible que soy una neófita en lo que a apreciación del séptimo arte se refiere, no tengo menos que alabar la trama por la cual esta se desenvuelve. Tal vez sea mezquino con la religión, pero la idea de un Jesús menos divino, menos sabio, y no tan mesiánico, tiene el consecuente efecto de tornarse más atractivo; en tanto que lo humano, lo débil, lo carnal, lo prohibido, lo temporal, han sido siempre exquisitas características pasionalmente más detenidamente apreciadas.


GETSEMANÍ
(hacer clic aquí para ver el video).

Yo quiero decir
si puedo pedir
que apartes de mí éste cáliz,
ya no deseo su amargura,
ahora quema y yo he cambiado
y no sé por qué he empezado.
Yo tenía fe
cuando comencé
ahora estoy triste y cansado
mi camino de tres años
me parece que son treinta
¿y qué más puede un hombre hacer?

Si he de morir
que se cumpla todo lo que tú quieres de mí,
deja que me odien, que me claven en su cruz.

Yo quiero ver, yo quiero ver, Mi Dios.
Yo quiero ver, yo quiero ver, Mi Dios.
Quiero saber, quiero saber, Señor.
Quiero saber, quiero saber, Señor.

Si he de morir
dime si es por qué he de ser mejor de lo que fui,
dime si mi vida con la muerte he de cumplir.

Yo quiero ver, yo quiero ver, Mi Dios.
Yo quiero ver, yo quiero ver, Mi Dios.
Quiero saber, quiero saber, Señor.
Quiero saber, quiero saber, Señor.

Con morir, qué voy a conseguir
al morir que voy a conseguir,
quiero saber, quiero saber, Señor
quiero saber, quiero saber, Señor.

Ah!!!
¿Por qué he de morir?
¿Por qué?

Dime por qué quieres que me claven en su cruz,
muéstrame el motivo, dame un poco de tu luz,
di que no es inútil tu deseo y moriré,
me enseñaste el cómo, el cuándo, pero no el por qué.

Ah!!!
Muy bien, yo moriré,
pero, pero por favor,
cuando muera, cuando muera, mírame,
por favor, mira mi muerte.

Yo tenía fe
cuando comencé
ahora estoy triste y cansado
mis tres años ya son miles
¿por qué entonces tengo miedo
de que ya todo termine?

Dios, yo no empecé
fue tu voluntad
dame el cáliz de amargura
clava, azota, rompe, mata
pero pronto, hazlo pronto, o yo
me voy a arrepentir.

domingo, 3 de enero de 2010

DOBLEPENSAR

TEXTO

Y fuera que creyera imposible la existencia de algo mas execrable de lo que ya había visto, aun respirando los ahora mefíticos aires de aquese elucubrado lugar, prosiguió con su recorrido, no recordando cuáles eran sus aspiraciones antes de llegar, ahora solo podía seguir siendo testigo de mas apodícticas situaciones antes inexistentes.

DISCURSO

Aquel hombre solo deseaba conocer la verdad. Y el hado natural de la esencia de la realidad, de forma sustancial, lo visito una tarde, trastornada su mente, perseguido, y atrapado por su voluntad no temió seguir al visitante, lo había reconocido. A la pregunta de quién era y porque estaba allí, este le dijo, que era quien él esperaba desde los últimos veinte años, su días estaban contados, y le había sido concedido el poder “ver” por un momento, suceso que se daba por sexta vez en la historia del hombre.

No temiendo, y a contrario si expectativo, reflexionaba acerca de cuan obcecado había sido en los últimos años, tratando de encontrar en la sabiduría escrita de la humanidad la verdad, ahora sabia que el tampoco como los otros cinco, podría contar jamás lo que vería.

Continuara...